Eres único en el mundo

Recuerda: Dios te creó. No puedes ser innecesario, no puedes ser accidental. Y Dios te ha creado tan único, tan individual, que no hay otro «tú» como tú. ¡Tú eres el único! Nunca ha creado otra persona como tú antes, y nunca creará otra persona exactamente igual a ti. Observa qué respetuoso ha sido contigo. Dios no es como una línea de montaje de la que van saliendo los autos Ford: el mismo auto Ford, millones de autos Ford, todos iguales.

Dios es un creador, no una línea de montaje. Cada individuo ha sido hecho, no de acuerdo con un molde, no de acuerdo con un cierto patrón fijo: a cada individuo se le ha prestado atención individual. Él te ha pintado individualmente, te ha cortado de un cierto modo, te ha dado una cierta forma, un cierto ser. Eres único, eres original, no eres una copia.

Para Él eres un tesoro... Y ciertamente eres su creación: si tú estás perdido, es su pérdida. Para Él eres un tesoro, más que tú para ti mismo.

Y éste es un hecho muy obvio. La gente no se ama a sí misma, no se respeta. Al contrario, se condena. Todos son auto-condenadores. Eso es lo que te han traído los sacerdotes una y otra vez, en todo el mundo: has sido condicionado a condenarte a ti mismo. Y sigues condenándote. No piensas en ti como en algo de valor. Y ésta es una de las barreras, una de las barreras más grandes.

Ámate, respétate, y estarás respetando a Dios: porque respetar la pintura es respetar al pintor, y amar la poesía es amar al poeta. Y tú eres la poesía y eres la pintura. Tú eres la música creada por él. Tú eres la prueba visible de que Dios existe; la creación es la prueba visible de que el creador existe. Ama la creación,
gózala, celébrala: éste es el único modo de celebrar a Dios. Y tú eres la creación más cercana. El hombre que se condena a sí mismo no se puede amar y no puede amar a nadie. Y el hombre que se condena a sí mismo, condena a toda la existencia...

El mundo está lleno de estos condenadores, ellos han envenenado a todos. Y lo primero que un maestro tiene que hacer con el discípulo es sacar todo este veneno de su ser. El mayor problema es hacerte respetuoso de ti mismo, hacerte consciente de que eres precioso, que eres incomparable, que tienes en ti un gran potencial, que en ti un tesoro esta oculto, que en ti hay una semilla de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Trascendiendo lo material