Las creencias

 Vive sin ninguna teoría de cómo vivir. Vive sin ningún ideal, vive sin «debo» ni «debería».
Tarde o temprano todo hecho se vuelve un «debo»; y entonces se vuelve peligroso. Tarde o temprano toda verdad se vuelve una ideología, y entonces es dañina y venenosa.  ¿Acaso el hombre no puede vivir sin ninguna ideología? No veo que haya ningún problema.

Si los pájaros, los animales y los árboles pueden vivir sin ideología, el hombre puede vivir sin ideología. ¿Has visto algún árbol católico o algún pavo real comunista? Si toda la existencia puede vivir sin ideología, ¿por qué no el hombre? Y en el momento en que el hombre vive sin ideología, está en oración. Entonces toda  su vida es oración, entonces es religioso. El hombre que tiene una ideología es político; todas las ideologías son políticas.

La persona religiosa vive sin ninguna ideología... simplemente vive, respondiendo a la realidad momento a momento, no a través de las palabras, no a través de las disciplinas, no a través de ciertas actitudes y conclusiones, no. Simplemente responde a la situación, cualquiera sea ésta, y a lo que sea correcto en el momento, no responde de acuerdo con alguna idea.  Por cierto que una persona religiosa deberá estar muy alerta para poder responder. El hombre que tiene una cierta ideología no necesita estar alerta, puede permanecer dormido.

Él tiene una cierta ideología; si surge cualquier situación él tiene una respuesta hecha para ella. ¿Qué necesidad tiene de estar consciente? Es por eso que la gente vive dormida, no hay necesidad de estar alerta... Te han dado respuestas hechas para todo. Si a cada momento tienes que buscar la respuesta por ti mismo, ¿cómo podrás vivir dormido? La realidad sigue creando desafíos, y si no tienes ninguna respuesta hecha tendrás que estar alerta y ser observador.

En el momento en que uno abandona las palabras y las ideologías, repentinamente se vuelve muy, muy consciente. Y esa consciencia es oración. El silencio está siempre lleno de consciencia y la mente charlatana siempre es inconsciente.

Creencia e incredulidad. ambas tienen su origen en tu corazón de hipócrita...
 Mira la declaración revolucionaria que hay en estas palabras:
 Creencia e incredulidad. ambas tienen su origen en tu corazón de hipócrita...

¿De dónde viene la creencia? ¿Y de dónde la incredulidad? No son algo diferente, vienen de la misma fuente: el corazón del hipócrita. Puedes ver hipócritas en los templos, las mezquitas y las iglesias. Puedes verlos en muchas formas y medidas, con tantos tipos diferentes de palabras, pero la fuente es la misma: la hipocresía.

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